Kaixo a tod@s!!!
Ongi etorri y gracias por visitarme.
Esta vez nos vamos a ir al monte…de noche. Auuu, aaauuuuuuuuuhhh!!!
Es cierto. Al principio, la sensación de encontrarte casi a oscuras y un poco desorientado resulta bastante extraña. Algo así como “¡¡¿¿qué coño pinto yo aquí a estas horas con lo bien que estaba en casa??!!” ;º)
Sin embargo, cuando sales a un descampado en una noche limpia y miras hacia arriba es cuando te das cuenta de que merece la pena, y mucho, el haber ido. La visión de todos esos millones de puntos luminosos te sobrecoge y te rellena el alma. Sin duda es algo especial que deberíamos de hacer más a menudo. Sobre todo desde que tenemos las almas cada vez están más vacías…
Pero bueno, al tema. En estos casos más que nunca, es bueno traerse alguna idea en la cabeza. En las noches sin luna la visibilidad es mala, por el visor casi nula y dentro del bosque…como la de un topo con gafas de soldador. Por ello no está de más llevar alguna composición preparada durante el día.
Otra posibilidad, mucho más lógica, es la de prepararla mientras haya suficiente luz y esperar a que anochezca. Claro que esta última opción es más aburrida y tiene mucha menos gracia. Aunque, probablemente, también sea la más efectiva…Para gustos. ;º)
Esta vez venía con parte de los deberes hechos a intentar mejorar una imagen anterior. El sujeto en cuestión algunos ya lo conocéis.
La primera foto que colgué de él mostraba, para mi gusto, un perfil suyo menos agraciado. Además, las ramas que se colaban por los lados quedaban recortadas contra el cielo teniendo que cerrar bastante el encuadre. Tampoco me permitía contra picar más para bajar más el horizonte por la misma razón…Total, que no me quedé satisfecho del todo.
Ésta es la imagen en cuestión. Realizada bajo la luz de la luna y con aporte de flash externo repartido por la escena. La segunda corresponde a la misma exposición pero sin el aporte de luz artificial y tomada desde unos pasos más a la izquierda (¿veis la ramita que se cuela?) . Para que podáis observar comparando cuál es el trabajo que se realiza con el flash.
Ésta con flash.
Y sin flash.
La foto que yo buscaba estaba justo en el otro lado. Pero esa noche con luna no me parecía la más idónea para intentarla. Ya era tarde y además, la foto que tenía en mente no tenía luna… ;º)
El primer día que la hice (sin luna) me gustó pero la tremenda contaminación del cielo, imagino que por nubes altas, no la dejó “limpia” del todo.
Ese día fue el mismo que saqué “Noche de brujas”. Para que os hagáis una idea de la contaminación que reinaba:
Así que tocaba insistir. Y hace unos cuantos días aprovechando la tardía salida de la luna me fui a repetirla.
Parecía que la noche era bastante más limpia que la otra vez. Las condiciones pintaban bien y ese cielo del “millón de estrellas” estaba esperando…
Sin embargo, tocaba primero una de las tareas arduas de hacer nocturnas; acertar con la composición.
Para ello lo primero que hago es intentar ver algo por el visor para realizar una primera aproximación. Luego donde parezca un buen punto de partida planto el trípode. Y a partir de ahí subiendo la sensibilidad al máximo y ayudado de un golpe de flash a una potencia muy baja voy afinando foto a foto. Esto se puede hacer bien en modo B con el disparador en la mano o con exposiciones cortas de pocos segundos. En menos de una docena de fotos y tres o cuatro juramentos debería estar.
Este día probaba un “filtro” casero para el flash y quería ver los resultados.
Después del “trabajo sucio” de componer sin ver empezaba uno más limpio y más entretenido, por lo menos para mi: el de pintar con luz.
La primera elección fue, como no, el nuevo filtro. Entre amarillo y amarillo-lima.
El resultado como era de esperar era algo extraño debido a la ligera dominante verdosa que presentaba el protagonista al “enfriar” la escena. Sin embargo, no me desagradaba por la combinación de colores que se conseguía y tras varias fotos pensé que ya tenía la buena. Me di por satisfecho y arranqué el trípode de su sitio para buscar algo más.
Al de cinco minutos renegaba por haber sido tan precipitado. El resultado me gustaba pero quería algo más natural. Tocaba otra vez el trabajo sucio...aaarrrgg
Por suerte me acordaba de los troncos que tenía que esquivar cada vez que correteaba para repartir la luz y más o menos sabía donde iba el trípode.
En un rato me encontraba otra vez saltando entre ramas secas de un lado a otro y dando flashazos como un poseso. Esta vez con un filtro, también casero, pero más anaranjado.
El resultado final después de corregir el color es éste. La imagen que tenía en la cabeza por fin se materializaba.
5DII, 14mm, f4 ó f5, ISO2500, 30” .
Es curioso lo que puede llegar a cambiar un mismo sujeto dependiendo de CÓMO SE MIRE.
Alguien dijo alguna vez que la fotografía es una mera representación de la realidad. Pero qué realidad?? Por supuesto, la que nosotros fabriquemos…JA!!
Espero que os guste.
Agur bero bat!!!